Subida al Toubkal 1ª Parte

Voy a explicaros el viaje que hicimos recientemente para subir el Toubkal en Marruecos en un par de entradas. La explicación será breve, ya que el mayor contenido va a ser por medio de fotografías. También más adelante habrá un vídeo editado de todo el viaje.

Toda la información del Toubkal lo encontraréis en este enlace; pincha aquí

Esta es la odisea y estos son los protagonistas:

De izquierda a derecha de pie: Vicente, Javi, Amancio, Gustavo, Miguel (Yo), Javilón.

Agachados: Víctor, Luisen y Jorge.

 El viaje comenzó el jueves día 20 de marzo en la estación de Villena del AVE…

…llevábamos las mochilas cargadas de ilusión…

… y nosotros debíamos aplacar un poco nuestro nervio, con unas cuantas birrillas…

… aunque tanto transbordo de trenes y metro en Madrid, nos calmó un poco antes de irnos a dormir.

Al día siguiente empieza la carrera hacia el aeropuerto…

…  siempre con tiempo para hacernos alguna foto…

… antes de salir volando…

… ya en el aire pudimos hacernos una idea a lo que nos íbamos a enfrentar…

…pero antes hay que pensar en aterrizar en Marrakech.

Una vez aterrizado en Marrakech, nunca os olvidéis de llevaros un bolígrafo, pues antes de pasar por la aduana hay que rellenar una ficha, trámites burocráticos, que a nosotros sin bolígrafo se nos hizo un mundo para entendernos con la gente y que nos dejasen uno para poder rellenar. Se nos hizo por lo menos una hora de retraso pasar la aduana.

Una vez pasada la aduana contactamos con Hasan que nos estaba esperando en el aeropuerto. Cargamos las mochilas en un minibús y para Imlil que estaba sobre unos 60 Km, a una hora y media de camino.

Ya de camino, pasamos por varias poblaciones…

… Asni, Tagadirt, Tinzra, Annfarkou, y algunos más, pudimos comprobar la vuelta a los años 60 y 70.

Una vez entrando al valle de Imlil, nos llevamos esta grata sorpresa con el río n’Ait Mizane en primer plano.

En Imlil lo primero que hicimos fue preparar el material a portear al refugio con Hasam…

… el todo terreno que llevábamos era de primerísima calidad.

Llevábamos el material desde casa (crampones, piolets, bastones, sacos de dormir), pero no olvidemos que Imlil es la Chamonix de Marruecos, por lo tanto aquí se puede encontrar para alquilar cualquier material que nos hiciese falta.

Bueno ahora a subir a casa de Hasam…

…dónde nos esperaba una suculenta comida.

Nos dimos cuenta muy pronto que aquí la vida transcurre más despacio que en España, y que la gente es muy amable, Hasam y compañía nos atendieron muy bien y durante toda la estancia en su casa se amoldaron a nuestras necesidades. En un hotel en España tienes unos horarios de comida, cena y almuerzo y si te los saltas te quedas a dos velas… Aquí no.

A pesar de esta tranquilidad, nosotros teníamos todavía que afrontar la subida al refugio por lo que nos tomamos nuestro te y alrededor de las 4 de la tarde empezábamos la subida, pues era probable que se hos hiciese de noche.

A partir de aquí comienza nuestro viaje de verdad. Afrontábamos sobre unos 15 Km de distancia y unos 1.500 m de desnivel para la primera etapa.

Imlil está a 1740 m de altura y el refugio del Toubkal está situado a 3.207 m.

Os presento a Mohamed en el centro, acompañante y guía en toda la excursión.

Comenzamos la ruta por una pista ancha…

(A la izquierda Monte Adrar Tamalaroute 2724 m)

… ya vamos dejando atrás el valle de Imlil…

…para dirigirnos a el cercano pueblo de Aremd a 1900 m de altura…

El nucleo urbano nos lo dejamos a la izquierda, nosotros pasamos por delante de unas tiendas…

 … para cruzar el lecho del río nÄit Mizane y pasar a la vertiente de la izquierda…

… pudimos comprobar lo que puede dar de sí la fuerza del agua en estos lares…

… ya en la vertiente izquierda, empezamos a remontar el valle… Uff un trago de agua…

… conforme remontábamos iban desapareciendo la vegetación entre ellas las sabinas, y nos acechaban cada vez más cerca las altas cumbres…

… ya en la cabecera del valle nos encontramos con Sidi Chamarouch (2350m)…

…Sidi Chamarouch es un pequeño templo, junto a numerosas casetas convertidas en tiendas. Nos contó Mohamed que aquí las mujeres casaderas venían a esta piedra blanca porque les traía suerte para encontrar novio.

Nos ofrecieron unos refrescos, pero no quisimos perder mucho tiempo porque se nos hacía de noche, así que paramos dos minutos y continuamos nuestra marcha, cruzando el río y subiendo ahora por un valle que se nos abría a la derecha.

En este punto la senda se empinaba mucho más y todavía nos quedaba sobre unos 850 m de desnivel, por lo que veo por eso no tenemos ninguna foto de este punto. jejeje

 Conforme subíamos el pasisaje cada vez se volvía más espectacular, y también nos acercábamos a la nieve…

…ya veíamos que nos quedaba poco para llegar al refugio…

… además ya podíamos ver cara a cara a los inexpugnables picos. (Afekhoi? 3755m)..

… el camino se suavizó y al fondo del valle se intuía ya el refugio…

…últimos tramos ya…

…para llegar el refugio de…

Al final llegamos pronto sobre las 7 y media de la tarde, justo antes de que se nos hiciese de noche. Así que tuvimos tiempo de relajarnos, tomar un te, charlar, prepararnos la mochila para el día siguiente, cenar y descansar un poco antes de irnos a dormir.

El refugio que hicimos noche fue el del Toubkal, diseñado al más puro estilo bereber, cuando hice la reseña del viaje que íbamos a hacer, me confundí y puse que íbamos al refugio dels Mouflons mucho más moderno, pero estaba equivocado, la verdad es que estuvimos muy bien, dispone de 86 plazas distribuidas en 5 habitaciones, salón con chimenea, y sobre todo cocina libre. Nosotros ya teníamos contratado un cocinero llamado Ibrahim que fue el que nos estuvo dando de comer durante toda la estancia, tanto en el refugio como en casa de Hasam. Por nuestra parte el refugio estaba muy bien.

Quién lo iba a decir, por la mañana estábamos en Madrid en medio de una gran ciudad, y por la noche nos encontrábamos en un refugio de la cordillera del Atlas a 3.200 metros de altitud. La verdad que fue un día agotador.

A las 10 estábamos en la cama, pues a las 5 nos íbamos a levantar para empezar a subir sobre las 6 de la mañana. Sólo nos quedaba dormir y descansar… Pero sería fácil? Aunque ya había dormido sobre 3000 metros de altura en Sierra Nevada nunca a esa altitud, por lo que estaba algo inquieto. Nos tomamos una aspirina por si se producía algún dolor de cabeza y bebí mucha agua pues estar bien hidratado es bueno para prevenir el temido mal de altura. Lo cierto es que no tuve ningún dolor de cabeza, aunque no dormí mucho sí que estuve agusto en el saco, y eso sí, eso de tanto hidratarme me pasó factura, pues tuve que bajar a los aseos por lo menos tres veces…

… En fin buenas noches, porque la esencia de este viaje viene mañana bien temprano y no me lo quiero perder por nada en el mundo.

En el próximo post os contaré la segunda parte… Espero que os haya gustado esta.